lunes, 30 de junio de 2008

El finde

Ha sido un buen fin de semana. El sábado se fueron a montar a caballo. Les encantó. Bueno, a todos menos a Bazra. Cuando llegaron había un perro y se puso muy nerviosa. Nos ha dicho Salama que a casi todos los niños saharauis les asustan los perros. El resto superó todo y ahí los veis, subidos al caballo, y sus caras lo dicen todo. Ali tampoco se montó en el caballo. De hecho, el día anterior, cuando le dijimos que íbamos a los caballos no le gustó nada. Dijo que caballos no, que no le gustaban. Que él quería o playa o piscina.







Y el domingo, oh, oh: revisión médica. Alí iba con miedo. Decía que no le gusta que le quiten sangre, que la sangre es suya. Se portaron de maravilla los seis. Bazra hasta tocó los tambores. Eso sí, gracias a Mariano, que lo hizo todo muy fácil. Mariano sabe hassaní y eso facilitó mucho las cosas. Cuando le preguntó a Alí en castellano cómo se llamaba le contestó que Pepe. Y cuando se lo preguntó en Hassani le contestó que Ali. Ahmed acompañó a Bazra dentro de la consulta para que no entrara sola y no tuviera miedo. Y salió toda formal. Cada día se le notan más los avances que hace. Está más tranquila, participa más con todos.


Chrifa dice que no quiere volver a los campamentos, porque aquí se levanta, hace pis y se va directa a la ducha ella solita, y que en los campamentos qué va a hacer, porque allí se levanta, hace pis y ... luego no hay ducha.


Cuesta mucho que Tislem coma. Lo que más le gustó fue la pizza. Estuvo en Italia, y se ve que eso era lo que más le gustaba. Pero luego no quiere comer. Dice que no quiere engordar, y ahí estamos todos convenciéndola para que haga el favor de comer. Cuesta, pero hay momentos que lo logramos, y entonces nos ponemos muy contentos.


Chrifa tampoco come mucho. Aunque eso si, ella es independiente, le gusta comer sola. La verdad es que le gusta hacerlo todo sola, y cuando no puede hacer algo, te lo pide con una sonrisita y una vocecita dulce.


Los tres chicos comen de maravilla, además todo lo que les des. Les gusta todo. Aunque, como siempre, el más agradecido es Moulout. Su sempiterna sonrisa. Y las bienvenidas que te hace cuando llegas: alegre y sonriente.


Ahmed sigue siendo la sombra de Moulout. Cuando no está cerca de él se queda solo y callado. O se sienta en una silla o se tumba en su cama y juega él sólo, o como mucho juega con Bazra. Él y la pequeña son los que más juegan con ella.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente es una experiencia única. Desde aquí quiero enviar un mensaje de gratitud a todas las personas que están entregando sus horas de asueto, su paciencia, su parte de vida por este proyecto. A las mujeres de Cáritas que, con tanto amor, preparan el desayuno y la cena; a la penya Cora d'Algar que con toda la gratitud ha dejado durante dos mes su sede sin pedir absolutamente nada a cambio; a la penya Conqueridors por dejarnos desinteresadamente, una vez más, su peña para la comida solidaria; a L'Alteana que, con todo cariño les lleva todas las mañanas pan y bollería (sobre todo de chocolate, que les encanta)gratuitamente, a los que han hecho aportaciones económicas y a los que dan su presencia día sí y día también. Sois maravillosos: Rosa, Olatz, Pepe, José Luis, Maite, Mercedes, Jus, Toni, Kim, Pascual, Gregori, Josan...y tantos otros y otras que hacen posible que este proyecto sea una realidad. Sois especiales, vosotros y los niños.

Anónimo dijo...

Ah, y no quiero dejar sin nombrar a Pepa y a Suay,que dedican mucho tiempo y cariño a todo este proyecto. Un beso muy fuerte.

Merche Pallarés dijo...

Os deseo toda la suerte del mundo. Se ve que estais haciendo un gran trabajo con esos niños. Menos mal que poco a poco ya se iban integrando... Besotes, M.